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¿Deberían asistir los niños a los funerales?
Cuando se produce el fallecimiento de un ser querido, los adultos debemos aceptar una serie de responsabilidades y tomar decisiones que en un futuro pueden ser transcendentales en relación a si debemos implicar a los niños en un ritual funerario o no.
Psicólogos y sociólogos afirman que es a partir de la edad de los 6 años cuando los niños empiezan a tener un razonamiento lógico y a comprender los rituales que existen acerca de la muerte. Por tanto, podemos decir que a partir de dicha edad los niños son suficientemente maduros como para poder tomar la decisión de si asistir o no a un ritual funerario.
Por ello, a la pregunta "¿deberían asistir los niños a los funerales" no existe ni respuesta correcta ni incorrecta. Tan solo existen diversos principios de gran relevancia a tener en cuenta:
- Hablar sobre qué es la muerte: Es de vital importancia que sepamos hacer entender al niño (tenga la edad que tenga) lo inevitable e irreversible que es la muerte de las personas. Cuanto más claros seamos mejor será para el niño, por tanto recomendamos hacerle comprender que el cuerpo del difunto ya no se moverá más, que ya no podrá respirar, ni hablar ni caminar. Comentadle que el cuerpo se conserva igual pero dentro de una caja muy particular demonimada ataúd. Debemos estar abiertos y preparados para cualquier tipo de pregunta que le pueda surgir.
- Explicarle cómo es el protocolo funerario: Debemos advertirle de qué se va a encontrar exactamente para evitarle cualquier tipo de situación desconocida. Por tanto, le daremos información general sobre la razón de llevar flores y demás simbología de afecto hacia el fallecido. En relación al tanatorio, aclararemos qué va a ver, cómo será la sala y que el fallecido estará tumbado en un ataúd que puede estar abierto o cerrado. Respecto al entierro, debemos avisarle de qué es un cementerio y de lo que se va encontrar una vez esté dentro, le explicaremos como será paso a paso, que es un niño. En el caso de ser incinerado explicárselo también.
No debemos olvidar que a lo largo del ritual funerario, los adultos hacen una serie de comentarios para los cuales el niño debe estar preparado, por tanto, debemos advertirle de la serie de comentarios que escuchará, como por ejemplo los del pésame.
- Sobre los sentimientos: Le informaremos de que las emociones en un momento difícil son inevitables, que es totalmente previsible y lógico que se encuentre con personas que estén apenadas y llorando.
- Homenaje al fallecido: En primer lugar le comunicaremos la serie de homenajes que puede realizar al difunto (un pequeño discurso, ofrenda floral, una oración, etc.) sólo en el hipotético caso de que él quiera.
También le anticiparemos de que si lo desea, y si se puede, tiene la opción de tocar o besar al fallecido. Por supuesto si él lo desea no se lo impediremos, advirtiéndole de que seguramente el cuerpo estará frío.
- Acompañarle en todo momento: Lo más adecuado es acompañarle en todas las fases del ritual funerario. En caso de haber situaciones en las cuales no pudiésemos estar pendientes de él, buscaríamos a algún allegado de confianza que lo haga por nosotros.
- Si se encuentra incómodo: En todo momento el niño debe ser consciente de que si se encuentra incómodo tiene la opción de abandonar el ritual en cualquier momento, debemos respetar su voluntad.





